Los cultivos de invierno. Un especialista de Aacrea destaca las virtudes del software Triguero para tomar decisiones. Es gratis.
Está claro que la actual campaña de trigo tendrá sus matices. Los excesos de humedad, la posibilidad de que se presente un año Niño, a partir de la primavera, y que este evento climático genere una mayor presión de enfermedades, son algunas de las variables que se avisoraban ya en la precampaña.
Habitualmente, todos estos factores son difíciles de ponderar para imaginar el futuro de un cultivo. Sin embargo, hay tecnologías destinadas a auxiliar la toma de decisiones, que aportan otra capa de información a la que ya maneja el productor.
El sistema Triguero 2.0 es una herramienta que permite comparar de forma simple escenarios productivos diversos, considerando distintos factores. Gabriel Tinghitella es el responsable del desarrollo de este software de Aacrea, que se puede obtener de forma gratuita.
El técnico cuenta, acerca de la precisión del programa, que “al inicio de la campaña pasada hicimos una proyección de distintos planteos tecnológicos en catorce zonas CREA. Y al final de la campaña decidimos validar lo predicho por el programa con los datos que nos enviaron los técnicos de cada una de la zonas evaluadas. Encontramos que hay un gran ajuste entre la información que arrojó el programa y la realidad”.
De esta forma, considerando esa certeza, el técnico aconseja a los productores que aprovechen toda la potencialidad del software, simulando los buenos y malos escenarios que podrían darse con sus cultivos.
De acuerdo a Tinghitella, la condición hídrica con la que arrancó la campaña determinó, en gran medida, que se pudiera sembrar trigo en diferentes zonas productivas. Y, con las evaluaciones que hace con el software, calcula algunos interesantes escenarios.
Por ejemplo, dice que si se eliminaran los derechos de exportación se incrementaría el número de lotes en el norte del país. “Allí, la superficie se redujo marcadamente en los últimos ciclos. Además, más trigo permitiría incrementar la tecnología aplicada en esos sitios y apuntar a mayor productividad”, afirma Tinghitella.
También destaca -considerando el buen inicio del ciclo-, que la fertilización sería económicamente factible con distintos niveles de nutrientes (nitrógeno y fósforo) para la zona central del país y el sudeste bonaerense, que aportaría, además, buenos márgenes de rentabilidad.