El ingreso de divisas por el complejo sojero se ubicaría cerca de u$s 30.000 millones, y el Fisco incorporaría más de u$s 10.000 M. por retenciones.
Los futuros de la soja con vencimiento más cercano que operan en Chicago tuvieron una nueva jornada en alza, en la que la oleaginosa alcanzó un nuevo pico en más de nueve meses (u$s 548 por tonelada), para cerrar en u$s 545 la tonelada, 1,5% por encima del cierre previo.
El alza de ayer se enlaza con lo que viene sucediendo en las últimas ruedas, donde pesa la preocupación por la escasez de oferta de soja norteamericana para el actual ciclo agropecuario (el año agrícola va de septiembre a agosto).
En un contexto de alta demanda china por el poroto, las reservas estadounidenses del producto (la soja del ciclo 2013/14 se cosechó el año pasado y ahora se aprestan las tareas para sembrar la nueva) se encuentran en los niveles más bajos desde 2004, lo que impulsa a los fondos especulativos a reforzar sus posiciones en la oleaginosa en el principal mercado agrícola global.
El alza de la soja se da a pesar de que ya está en el circuito comercial buena parte de la cosecha gruesa de Brasil y la Argentina. De acuerdo con analistas, en el último mes, crecieron con fuerza las exportaciones de poroto desde el principal socio del Mercosur, por lo que se puede estar ante un cambio en el origen de los embarques hacia Asia, que hasta el momento se concentraban en EE.UU. Incluso en las últimas semanas, hubo varios miles de toneladas de soja que había comprado China en el Mercosur, que fueron cancelados y muchas de esas ventas caídas se redireccionaron a Estados Unidos.
El ascenso de la soja ayer, que acumula un 17% desde principio de año, hace que la cosecha argentina, estimada en torno a 54 millones de toneladas, valga u$s 4.300 millones más que a principios del año, cuando la oleaginosa cotizaba en torno a u$s 466 la tonelada y los analistas preveían un escenario bajista dado la supercosecha que se aguardaba para América del Sur. Con esos datos, el ingreso de divisas por el complejo sojero se ubicaría cerca de u$s 30.000 millones, y el Fisco incorporaría más de u$s 10.000 millones en concepto de retenciones.
Si bien las estimaciones de producción final en la región no son para nada despreciables, el recorte en casi 5 millones de toneladas que hubo en la cosecha brasileña acotó más las previsiones de oferta mundial de soja al menos hasta el ingreso de la nueva campaña, a partir de septiembre.
Es por eso que, si bien también se mueven en terreno positivo, Chicago atraviesa por estos días un “inverse” (las posiciones más cercanas están más caras que las más lejanas). Así noviembre 14, primer contrato de la nueva cosecha, vale u$s 110 por tonelada menos que la posición mayo.
Contagio acotado
La escalada alcista en Chicago tienen un contagio lateral en los negocios locales. Si bien la soja tuvo ayer un leve repunte, no se siente con fuerza la presión de los precios externos.
Las ofertas se concentraron entre u$s 313 y u$s 315 la tonelada disponible sobre Rosario, lo que mejoró en parte el humor de los productores, que terminaron pactando negocios por 60.000 toneladas, de acuerdo con lo relevado por la Bolsa de Comercio de Rosario.
De acuerdo con datos de la agencia marítima Nabsa, la carga programada en las terminales del gran Rosario hasta el 27 de abril será de 3,3 millones de toneladas, de las cuales más de medio millón corresponde a soja sin procesar, 1,8 millón de toneladas de harinas y 170.000 de aceites, el resto se divide en trigo y subproductos.