El desafío más importante que tiene hoy la agricultura, frente a una población que se duplicó en los últimos 50 años en número y la cual demanda más alimentos y de mayor calidad, es lograr la misma producción, reduciendo el impacto ambiental y preservando los recursos naturales del planeta.
Para el 2050, habrá como mínimo 9.000 millones de personas en el planeta y se estima que se necesitará producir un 70% más de alimentos para satisfacer esa demanda. De este crecimiento futuro, el 77% será debido al aumento en los rendimientos de cultivos por hectárea, donde el 14% corresponde a una mejor nutrición como consecuencia de la adopción de buenas prácticas en la aplicación de fertilizantes y un 9% por la entrada en producción de nuevas tierras.
En la Argentina, la producción de granos se incrementó de 41 millones de toneladas en 1991 a 103 millones de toneladas en la campaña 2010/11. En este período se observó un 20% a 30% de incremento del rendimiento en grano por unidad de superficie, atribuible a mejoras no sólo en genética, sino también en el manejo del cultivo, la adopción de Siembra Directa y el uso de fertilizantes.
Las Mejores Prácticas de Manejo (MPM) de los mismos, jugarán rol importantísimo para aumentar su eficiencia y rentabilidad.
Los fertilizantes reponen al suelo los nutrientes esenciales extraídos por el cultivo después de cada cosecha. Estos son nutrientes naturales, como el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S), que también están contenidos en menor medida en el abono y el compost; son “el alimento para las plantas”.
Debido a ello, el uso responsable, eficiente y sostenible de fertilizantes, ayuda a mantener la fertilidad del suelo y a aumentar la producción de alimentos.
El consumo nacional de fertilizantes, pasó de menos de 200 mil toneladas en 1991 a aproximadamente 2,26 millones de toneladas de los principales macronutrientes (N, P, K, S) en 2011.
A pesar de este fuerte incremento, la estimación de extracción en la cosecha y la aplicación de nutrientes en los principales cultivos de grano, indica que para la campaña 2010/11, se repuso vía fertilización el 33%, 54%, 2% y 38% de N, P, K y S, respectivamente. (Fuente: IPNI-Fertilizar, 2011).
Hoy, la deficiencia en la nutrición de los cultivos debido a la aplicación de sub-dosis de fertilizantes, genera un deterioro en los suelos, que se traduce en una paulatina descapitalización del propietario de la tierra con una importante pérdida de producción a nivel país. (Pablo Pussetto, presidente de Fertilizar).
Bajo estas condiciones de mayores demandas productivas, balance de nutrientes negativos y mayor presión sobre el uso de nuestro “recurso suelo”, el hombre y su capacidad creativa, serán responsables por alcanzar los objetivos de satisfacer la demanda de alimentos, cuidar el medio ambiente y erradicar la pobreza para los próximos años.