Es uno de los mayores desafíos de largo plazo que tiene hoy la agricultura de nuestro país, teniendo en cuenta
que cada 40.000 toneladas de granos de soja que se exportan se requieren casi 9.000 de fertilizantes, aunque
sólo se repone el 37% de ello.

El Día del Cerealista se celebra en nuestro país desde 1926, por iniciativa de representantes de diferentes gremios vinculados al comercio y la industria de la producción agrícola nacional. Se eligió dicha fecha para conmemorar el primer envío al extranjero de un cargamento de trigo producido en el país. El mismo tuvo lugar en el puerto de Rosario en 1878, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, quien fue el encargado de informar sobre la novedad. Esa primera exportación fue el resultado de la política de intercambio comercial llevada a cabo por Avellaneda, quien había asumido los destinos del país en 1874.

En este día tan especial para los cerealistas, bueno también es afirmar que la mercadería que pasa por sus manos también tiene un valor intrínseco, porque más allá de las pizarras, en el interior de una semilla o de un producto elaborado con esa semilla, está incorporado el conocimiento, la investigación, la inversión de los criaderos, la biotecnología, tecnología para la protección y nutrición de los cultivos y todas las innovaciones que se desarrollan a lo largo de la Cadena Agroindustrial.

Es importante recordar, en este día tan especial para la producción de alimentos, que cada 40.000 toneladas de granos de soja que se exportan se requieren casi 9.000 de fertilizantes. Pero sólo se repone el 37% de eso. Dicho en otros términos: “Necesitaríamos 300 camiones para cargar los fertilizantes que contienen los nutrientes que se exportan en cada barco, de cada tres unidades de nutrientes sólo se repone una”, dijo la ingeniera Graciela Cordone (EEA INTA Casilda). Una hipoteca para la agricultura.

Profertil es el principal productor en nuestro país de urea granulada, que provee nitrógeno, un nutriente esencial para el crecimiento y desarrollo de los cultivos.

En la planta de Ingeniero White se producen 1.100.000 toneladas anuales.

La urea granulada es un fertilizante que provee nitrógeno a la tierra. Ello es fundamental para lograr una buena implantación de la semilla, con un óptimo crecimiento de raíz. Y, por otro lado, favorece el desarrollo en conjunto con otros paquetes tecnológicos, como pueden ser las semillas que se están utilizando actualmente.

La urea granulada (perla maciza), respecto de su similar, que es la perlada, tiene la ventaja de poder ser mezclada con otros fertilizantes y se puede aplicar de manera mecánica con fertilizadoras que van rotando sin temor a que se rompa el producto.

Cada barco de soja que zarpa de algún puerto argentino es un gran aporte para la economía Argentina. Sin embargo, detrás de esos miles de toneladas de grano que se van, queda un espacio vacío: el de los nutrientes que no se reponen al suelo.

En definitiva, evitar la degradación de los suelos cultivados es uno de los mayores desafíos de largo plazo que tiene hoy nuestra agricultura.

 

 

 Fuente: La Nueva Provincia